UN AÑO MÁS, VALORACIÓN

Pese a lo que todo el mundo cree, nunca he perdido el tiempo, sí, puedo vivir una vida un poco más "ateniense" (termino que le pido prestado a Raúl, jeje), pero en realidad en estos dos años que no he estado estudiando no me he sentido menos productiva. También es cierto que podía haber hecho millones de cosas más, pero no me gusta estresarme. Desde mi último cumpleaños he cambiado muchas cosas en mi vida y he hecho muchas cosas. Primeramente rompí una relación, hice un viaje por Italia, cambié un billete de avión a última hora para cambiar el destino y así acompañar a un amigo y no perderme la "Trobada de Joves", leí algunos libros, decidí estudiar diseño de interiores, meterme en el "fregao" de coordinar algún intercambio europeo, volver a Italia para una reunión, sacarme el carnet de conducir, partir un par de corazones, liarme con un par de tios, conocer a gente de todo el mundo, manejarme mejor con el inglés, declararme soltera por un tiempo, volverme a ilusionar con un par de chicos, conocer a mis verdaderos amigos, empezar una empresa, probar la mejor pizza de mi vida, comprarme un par de zapatos y vestidos que me he puesto un par de veces nada más y que me costaron quitarme de algunos caprichitos, pasarme muchas horas hablando con mis amigos enfrente de un pincho de tortilla, quedarme dormida en el momento en que iban a venir a por mi para salir de fiesta, recuperar viejas amistades de la escuela, volver a pasar algún tiempo viviendo con mi madre, mejorar las mentiras, ver series, ver películas, dormir acompañada, acabarme una cerveza,hacer la renta, cotizar en la seguridad social, visitar Salamanca de entre otras ciudades, bailar en la calle, pasear para acompañar a mis amigos a casa, hacer de taxi, salir de fiesta por Valencia, enamorarme del menos indicado, beber más vino con queso que en toda mi vida, probar comida griega, de chipre, chocolates fineses, vino portugués, empezar un blog, votar por primera vez y seguro que muchiiiisimas otras cosas, son esas pequeñas cosas las que hacen que el día a día varié y se disfrute, no un título en un despacho.
Gracias a todos los que me han acompañado en mis aventuras y sobretodo en los pinchos de tortilla y con el vino con queso. Hagamos que este año que viene por delante tenga muchos pequeños momentos para recordar.